En la Sala Consiliare del Ayuntamiento de Nettuno se llevó a cabo la representación de "La Cicatrice" de la Asociación Cultural Fare Teatro, con textos y dirección de Marco Nica, con motivo de los eventos organizados para el 81° aniversario del Desembarco Aliado. El público presente vivió por primera vez la experiencia de estar en ese lugar institucional transformado, con algunas precauciones, en un pequeño y acogedor teatro. Fue un viaje entre 1943 y 1944, con una forma diferente de contar ese período, haciendo que el desembarco, con la correspondiente liberación, fuera el punto de llegada y no de partida de la narración. El testimonio de la nettunense Anna Retrosi fue un ejemplo para poder capturar una fotografía de lo que significaba vivir en Nettuno durante esos terribles días. Seis los protagonistas en escena, con vestimenta de época, acompañados de notas musicales evocadoras. La periodista británica Clare Hollingworth del Daily Telegraph, interpretada por Silvia Maltese, orgullosa de haber dado la primicia del inicio de la Segunda Guerra Mundial, se encuentra ahora narrando la historia de la joven nettunense Anna Retrosi durante el conflicto. La Cicatrice, el conmovedor relato que ve a Marco Nica en el papel del narrador/hijo y a Simona Mancini en el de la madre, recorre las terribles experiencias de la mujer. Una de las consecuencias más dramáticas de ese triste período histórico fue sin duda el drama del Holocausto, una poesía llevada a escena por Debora Radano con gran intensidad emocional. También hay espacio para una segunda narradora de esos eventos, la enfermera de guerra Morena Mastropietro, que introduce al militar Roberto Lucci, quien, a través de la poesía 'a Guera en romanesco, describe las absurdidades de la guerra. Concluye el espectáculo Marco Nica en el papel de un joven nettunense esperanzado que, tras la liberación de Roma por los anglo-americanos, vuelve a soñar con un futuro a través de la dulce poesía de tonos épicos "Dipinta tra il blu", un sentido homenaje a la Ciudad de Nettuno. Antes de los aplausos, el director Marco Nica dedicó a la audiencia un monólogo en memoria de su madre y de todos aquellos que pierden a un ser querido. Fue un espectáculo íntimo, recogido e intenso que reavivó la memoria colectiva sobre esos tristes episodios que han marcado a la humanidad. Una forma de intentar dar una señal de paz en un mundo donde continúan azotando guerras, con la esperanza de que, recordando los errores cometidos en el pasado, no nos volvamos a encontrar en situaciones similares.